Mandé a Violante al infierno
porque me pidió un soneto,
tendrá que esperar un tiempo
pues solo escribo cuartetos.
También la moza fermosa
quiso montar mi caballo,
más vale la parta un rayo
a esa joven pretenciosa.
Y Godiva me pedía
que le hiciera un guardarropa,
en tanto se desvestía
y andaba suelta de ropa.
Dulcinea era golosa
siempre me pedía miel...
como miel no conseguía
le daba mi cascabel.
Sor Juana me hacía rezar
de rodillas sobre el piso,
instándome a no pecar
por llegar al paraíso.
Madre Teresa me dijo
que ame a todos por igual,
pero en ello no me fijo
pues me sale natural.
Y no ahora,,, hace buen rato
lo dijo bien Federico
... a estos poetas baratos
hay que cerrarles el pico.
Jorge Horacio Richino
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