Melodía, suave
suenas
para traer dulce
calma
aligerándome el
alma
en la noche de mis
penas.
Recurso de
"un servidor"
para encontrar el
descanso
cuando el cielo es
negro manto
y ya agotó su
fulgor.
Y hallar en ella
el camino
cuyo final es el
sueño,
que intenta
encontrar risueño
como cualquier
peregrino.
Peregrino que en
la calma
de soledad
errabunda,
en la tormenta profunda
busca proteger el
alma.
Música que bien me
arropas
te tengo siempre
conmigo,
contigo no hay
enemigos
si me abrazas con
tus notas.
Jorge Horacio
Richino
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